Un dia como cualquier otro

 Rogelio, amigo de Santiago, de los pocos que Santiago tiene, va como todos los días a su expendio de licor favorito, su fiel cantina, la que siempre va a estar ahí, independientemente de como se sienta. El dependiente le sirve una botella como siempre y le desea feliz Navidad. Rogelio le dice gracias mientras saca una foto de su amada Liseth, una mujer con la que no puede estar porque viven muy lejos el uno del otro. Mientras la contempla, se dice: "Que tiene de especial este día? La gente mal encarada siempre va a estar ahí. Los problemas siempre van a estar ahí. Todo siempre esta igual. Un día como cualquier otro es este y nada puedo hacer al respecto". Entonces sus amigos llegan y empiezan a jugar una partida de póker. Para olvidar el trago amargo de lo que acabó de reflexionar